Calisén Antrojí

Eones atrás, el universo era dominado por la nada y el vacío hasta que Anthera, la Luz, y Dhera, la Oscuridad, fueron concebidos. Hijas de un mismo padre, les fue entregado el dominio de un mundo nuevo y virgen.

Anthera, La Gran Daí, creó a los seres humanos y a los Hechiceros, entregándoles la mística ciudad de Irafêl para que habitaran, con la única condición de que la adorasen como madre y jamás traspasaran las fronteras de la ciudad.

Por su parte, Dhera creó la maldad y la corrupción, filtrandola en los corazones de los humanos y Hechiceros, logrando que desobedecieran el mandato de la Gran Daí. Y despues de Eones, se dedicó a perfeccionar su más grande creación: Los Dengojí, o demonios de la oscuridad.

Anthera, derrotada y desterradade su celestial hogar, temerosa de que a su terrenal partida, su descendencia -la raza humana y hechicera- quedase en desventaja ante las malas artes de su melliza, concibe a los Arjorí, sangre de su sangre y les encomienda el cuidado de su gente, ahora desperigada por el mundo.

Mas Dhera, siempre dispuesta al caos, da vida a la Gran Orden y los envia, junto con sus hijos, los Dengojí, a la tierra. Ambas partes preveen un enfrentamiento, la Gran Orden no se detendría ante nada y exterminaría a cualquiera que se metiera en su camino.

La encarnizada lucha se desarrolló por centurias, hasta que una hechicera -la primera Greenwald- logró inducirlos en un letargo a cambio de un sacrificio de sangre: Paz por su vida.

Ahora, siglos después, una nueva generación de hechiceros se levanta, los Dengojí despiertan de su sueño mítico y con ello, los Arjorí son convocados por el Consejo Supremo, presidido por Anthera, la gran Daí.

Han pasado casi cinco siglos desde que la primera Greenwald venció a los Dengojí y la Gran Orden, han sido centurias de paz y armonía, mas sin embargo, eso está por terminarse.

Los vigías Dengojí han comenzado a movilizar a la Nueva Gran Orden y el Consejo a convocado a los Arjorí para comunicarles la situación. Han alertado a los Guardianes y la vigilancia en torno a las Greenwald y los poco hechiceros que aun no ascienden se ha multiplicado.

La nueva guerra se avecina, y los tiempos de paz estan a punto de morir.